viernes, 28 de enero de 2022

Elegía a la humanidad no extinta

En memoria de René Robert.
En un despiste, el anciano cayó entre los erguidos, en otro se nos fue. 
Noticia de indignante tristeza, cóctel de sudor y lágrimas. 
9 horas, es decir 540 minutos o lo que es lo mismo, 32400 segundos de vital importancia, en hiriente indiferencia, remataron su destino. 
Quizá ya sea el dolor invisible o la necesidad, al curioso síndrome lo llaman 'normalización'.
Demasiado débil la agonía para pronunciarse, mas a buen entendedor ...
O tal vez, demasiada prisa para sentir.
Fluye la anestesia entre las venas dormidas.
Olas de gente en la orilla,
¡Qué soledad la de un náufrago entre la multitud!
La cruel estadística:
¡Cuántos humanos para tan poca humanidad! 
¡Tan fríos fueron los corazones cómo para congelarlo!
¿Están todos sordos, además de ciegos o es que ya por nadie doblan las campanas?
Hoy, ya demasiado tarde, se cubren de vergüenza las aceras de París. 
Descanse en paz hermano René, junto a ti mutilada, murió la humanidad no extinta. 
Sigue girando el bombo, mañana podrías ser tú.

miércoles, 26 de enero de 2022

En concreto

Recortes de mí al estar, collage del encuentro con quien ser.

Desarraigado, como un alga a la deriva en el océano, aún no siento mis raíces, con ellas quisiera abrazar el mundo entero. 

Mas sólo mientras amo en lo concreto, hasta en concreto esta semilla brota y en esencia, se expande el sentimiento. 

sábado, 15 de enero de 2022

La Tierra de por Medio



Querido lector, ésta es sólo una historia más, tan singular como la que toda vida alberga. La bitácora de mi reconciliación conmigo mismo, en la crónica de cómo perdido me encontré mientras buscaba y fui yo mi propia serendipia, durante el periplo que me llevó a peregrinar entre los diferentes estados, internos y externos, cruzando toda la tierra que había puesto de por medio hasta alcanzarme.

Sírvase, con ella le adjunto su billete para acompañarme. 

  • Origen:  Caldes d´Estrac (Oct. 2013)Destino: Osaka (Sep. 2014).
  • 2 continentes, 5 cordilleras, 20 paises, 25.218 Km.
  • Europa, Asia.
  • Pirineos, Alpes, Cáucaso, Pamir, Himalaya.
  • España, Francia, Suiza, Italia, Eslovenia, Croacia, Bosnia, Montenegro, Albania, Grecia, Turquia, Georgia, Azerbayán, Kazajistán, Kirguistán, India, Nepal, China, Corea del Sur, Japón.

Ruta en bicicleta excepto:

  • Ferry Bakú- Aqtau (Mar Caspio).
  • Tren Aqtau- Almaty (Kazajistán).
  • Vuelo Bishkek- Delhi (Kirguistán- India).
  • Tren Lhasa- Beijing (China).
  • Ferry Qingdao- Incheon (China- Corea del Sur).
  • Ferry Busan- Fukuoka (Corea del Sur- Japón).


ESPAÑA:



  • Km: 131.
  • Ruta: Caldes d´Estrac – Girona – La Jonquera.
  • Mapa
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FRANCIA:


  • Km: 946.
  • Ruta: Le Perthus – Perpignan – Carcasona – Narbona – Beziers – Agde – Camarga – Marsella – Aix en Provence – Les Mees – Sisterone – Grenoble – Albertville – Chamonix – Vallorcine.
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SUIZA:



  • Km: 180.
  • Ruta: Martigny – Visp – Zermatt – Brig – Pass du Simplon.
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ITALIA:



  • Km: 668.
  • Ruta: Varzo - Domodossola - Milan - Crema - Cremona - Verona - Vicenza - Padua - Venecia - Trieste. 
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ESLOVENIA:



  • Km: 30.
  • Ruta: Kravavi Posok – Pasjak (paso fronterizo).
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CROACIA:




  • Km: 935.
  • Ruta: Rijeka - Zadar - Plitvice - Sibenik - Primosten - Split - Dubrovnik - Gruda.
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BOSNIA:



  • Km: 10.
  • Ruta: Klek (puesto fronterizo) – Neum II (Puesto fronterizo).
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MONTENEGRO:



  • Km: 236.
  • Ruta: Karasovici (puesto fronterizo) – Bahía de Kotor – Budva – Bar – Muriqan (puesto fronterizo)
  • Mapa
  • Crónica: X.
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ALBANIA:



  • Km: 288.
  • Ruta: Sukobin- Schkoder- Tirane- Elbasan- Pogradec- Bilisht.
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GRECIA:



  • Km: 1326.
  • Ruta: Kristallopigi - Kastoria - Kalambaka (Meteora) - Atenas - Santorini - Litochoro - Monte Olimpo (Mytikas) - Salónica - Kavala - Alexandrópolis.
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TURQUIA:



  • Km: 2054.
  • Ruta: Ipsala - Istanbul - Bolu - Lago Abant - Ankara - Goreme (Capadocia) - Erciyes - Kayseri - Sivas - Erzincan - Erzurum - Kars - Dogruyol - Posof.
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GEORGIA:



  • Km: 1398.
  • Ruta: Ajaltsije - Tiflis - Stepantsminda (Kazbegi) - Tiflis - Kutaisi - Ushguli - Tiflis - Rustavi.
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AZERBAYAN:



  • Km: 510.
  • Ruta: Il Sixli - Agstafa - Baku.
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KAZAJISTAN:



  • Km: 3482 (Tren Aqtau- Almaty).
  • Ruta: Aqtau - Almaty - Korday.
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FERRY BAKU – AQTAU (MAR CASPIO):

Km: 378.


KIRGUISTAN:



  • Km: 1670.
  • Ruta: Korday - Bishkek - Karakol (lago Issyk Kul) - Osh - Kyzyl Art Pass (frontera tayika).
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VUELO BISHKEK – DELHI

Km: 1591.


INDIA:



  • Km: 980.
  • Ruta: Delhi - Agra - Lucknow - Gorakhpur - Sunauli.
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NEPAL:



  • Km: 498.
  • Ruta: Sunauli - Pokhara - Annapurna Base Camp - Pokhara - Kathmandu - Everest Base Camp - Chitwan - Kathmandu - Kodari.
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CHINA:



  • Km: 5092 (Tren Lhasa- Beijing).
  • Ruta: Nyalam – Shigatse – Gyantse – Lhasa – Xian – Beijing – Qindao.
  • Mapa
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FERRY QINGDAO – INCHEON:

Km: 584.


COREA DEL SUR:




  • Km: 400.
  • Ruta: Icheon – Seul – Busan.
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FERRY BUSAN – FUKUOKA:

Km: 210Km


JAPÓN:



  • Km: 1621.
  • Ruta: Fukuoka – Hiroshima – Kyoto – Tokyo – Fujinomiya (Monte Fuji) – Nagoya – Osaka.
  • Mapa
  • Crónica: X.
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jueves, 13 de enero de 2022

Italia


Ruta: Varzo - Domodossola - Milan - Crema - Cremona - Verona - Vicenza - Padua - Venecia - Trieste. 

LLEGADA A TRIESTE

Ya he dejado atrás las grandes planicies italianas de mis últimas etapas y me voy internando en este gran bosque que es Slovenia, donde mueren las últimas estribaciones de los Alpes orientales. Este pais destaca además de por su espesa vegetación, por sus numerosas y espectaculares grutas. Ahora mismo me encuentro a 10 km de una de las más famosas grutas de la zona: La Grotta Gigante, que queda a sólo 3 km de Trieste. Así que dedicaré las primeras horas de esta tarde a visitar la gruta y después descendere a Trieste para explorar también esta ciudad fronteriza.


VENECIA

Mestre- Ponte della Libertá- Porto Turístico- Piazza de Roma- Canale Grande- Ponte de Rialto- Piazza San Marco- Murano (vaporetto).

Esta mañana me he despertado temprano, dispuesto a explorar entre sus callejuelas y canales está preciosa ciudad bañada por el Adriático. Para ello y por tercera vez he vuelto a cruzar el Ponte della Libertá (Mestre- Venezia) hasta el Porto Turístico. Una vez allí, enseguida me he encargado de guardar mi bicicleta en un garaje, ya que aquí las visitas en este medio de transporte están terminentemente prohibidas. También he pedido en una Trattoria que me dejaran recargar la bateria de mi smartphone, a fin de retratar los recodos más hermosos que me salieran al paso. Mientras mi móvil se estaba cargando, me he dirigido a la Oficina de Turismo en busca de asesoramiento. Allí, muy amablemente me han entregado un mapa de la ciudad y una cuartilla en español donde figuraba un itinerario comentado por los lugares más representativos. A continuación, tras una breve espera para garantizar que la carga de bateria fuese completa, he iniciado mi itinerario hacia el Ponte de Rialto a través de laa callejas y puentes contiguos al Canale Grande. Ni bien habia doblado la primera esquina ya empezaba a hechizarme la belleza de las viviendas y puentes reflejados sobre la tonalidad verdosa del agua, que aunque turbia no desmerecia en absoluto la escena. Y así poco a poco, me fui adentrando en esta laberintica cuadrícula de canales, percibiendo a medida que me aproximaba a las zonas más turistícas (Rialto y San Marco) una progresiva aglomeración. Esta es una ciudad que nunca duerme, el ajetreo es constante y todo gira, como en una noria, entorno a la explotación turística. Los filones aquí, además de la hostelería y la restauración, son los servicios de transporte acuáticos que conectan todas las islas con los principales puertos de Venezia (taxis, góndolas y vaporetto) y la industria artesanal, en especial dedicada a la venta de las famosas máscaras venecianas. Si bien al llegar al Ponte de Rialto y a San Marco se produce un impacto súbito debido a la repentina espectacularidad arquitectónica, también uno abandona la serenidad de las típicas viviendas de los nativos, para sumergirse entre una multitud hacinada, con la que resulta inevitable tropezar al abrirse paso, mientras uno trata de esquivarla. San Marco es una inmensa plaza y paradójicamente es incapaz de acoger el aforo del aluvión de visitantes que acuden en masa atraídos por la fama y accesibilidad de este lugar, mientras que por las previas callejuelas estrechas uno puede caminar a sus anchas. No obstante, pese a la falta de espacio vital, merece la pena visitarlo y como una esponja absorber la gran cantidad de matices que cada fachada desprende. Eran sobre las 15h de la tarde, cuando el cielo veneziano se cubrió súbitamente de nubes y bajo la lluvia compré un billete en vaporetto de ida y vuelta San Marco- Murano. Éste es un medio tan rápido y confortable que sin advertirlo, en un abrir y cerrar de ojos ya me habia plantado en Murano. La isla está completamente dedicada a la fabricación y artesanía del vidrio, por lo que numerosas vidrerías y esculturas integradas en su urbanismo adornan cualquiera de sus recodos. Finalmente, después de acabar de escudriñar en Murano, he tomado el vaporetto de regreso a Venezia, que como despedida ha tenido la gentileza de obsequiarme con el fantástico atardecer que podeis observar en las fotos. Éste es el tipo de experiencias que hacen que valga la pena estar vivo y cuyos latidos desde el corazón resuenan en el alma, distinguiendo una vida intensa de la mera existencia.


ACAMPADA EN MESTRE

Dado que en materia de precios se podria decir que Venezia es la Suiza italiana y que un albergue local no baja de los 60€, me he visto obligado a retroceder los 5 km del Ponte della libertá para acampar en un prado de Mestre. Ha sido especialmente emotivo mi reencuentro con el mar, después de una larga ruta por interior desde Marsella. Mañana relajadamente dedicaré todo el dia a visitar y retratar esta bonita ciudad de puentes y góndolas sobre canales, tan asociada al amor y al romanticismo.


CREMONA -VERONA

Ya he entrado en Verona, tras un recorrido llano muy similar al de ayer, como un Romeo cualquiera, me he colado en el escenario real de la obra de Shakespeare. Ahora mismo estoy en un Kebab ubicado en el centro, charlando con un simpático camarero pakistaní, mientras se carga la batería del móvil. Después, daré un paseo nocturno por la ciudad, tomaré algunas fotos y buscaré donde pasar la noche. Mañana bien temprano, tengo que localizar un taller de reparación de bicicletas, para subsistuir la cubierta trasera, que no cesa de pinchar todas las cámaras que parcheo o reemplazo. Por último, haré una revisita diurna y me encaminaré a Venecia.


MILAN- CREMA- CREMONA

Después de un breve impás de 2 días en Milan, hoy he vuelto a la carretera. La etapa de hoy no ha sido físicamente exigente, aunque si bastante monótona. Me ha conducido desde Cornaredo a atravesar Milan de cabo a rabo, pasando por el aeropuerto y posteriormente por una larga sucesión de campos sin sembrar y poligonos industriales a la vera de sendos bares, trattorias y restaurantes, para alimentar a obreros y operarios. Únicamente en cuanto a la belleza del paisaje, a destacar un espectacular amanecer, donde gran variedad de tonos azules, rojizos y morados componían una hermosa bóveda celeste que realzaba en gran medida la sencillez de los campos. Ha sido el único momento durante la jornada, en que me he detenido a contemplar. Debo añadir también que siento cierta nostalgia ya de Manuele, Gina, Patricia, Paolo y el personal del taller ciclista Santagostino. Se dice que la memoria es selectiva, pero os aseguro que en ella, vosotros ya ocupais una parcela indeleble. Insisto, una vez más gracias por vuestro afecto, ayuda y comprensión.


CORNAREDO

Ayer, al anochecer, cuando salí del taller Santoagostino, era ya demasiado tarde para acortar distancias direccion Verona, así que opté por aplazarlo hasta el día siguiente e ir a cenar a una pizzería cercana en Settimo Milanese, pues estaba hambriento al no haber ingerido aún nada desde el desayuno. Como una me supo a poco, finalmente me sacié con dos, mientras puse a recargar mi teléfono. Cuando ya m disponía a buscar un buen lugar para acampar y resguardarme de la lluvia, recibí con gran alegría un nuevo mensaje de mi fratello italiano, diciéndome que porque estando por allí, no había vuelto a su casa, confirmándome que, por supuesto, estaba invitado a dormir una noche más. Accedí de inmediato, siempre es un placer disfrutar de tan buena compañía. Al poco rato, ya estaba de vuelta en Cornaredo, donde también me esperaba Gina, su madre, que en la misma tónica, volvió a conmoverme con su amabilidad. Después de una buena ducha y aposentarnos, Manuele me propuso, volver a visitar Milan junto con Valeria, aunque esta vez en coche. Me pareció una buena idea y seguimos con el plan. Esta vez me mostró el estadio de San Siro, tomamos un helado típico italiano y un exquisito vino toscano, llamado Morellino, en una trattoria/ etnoteca, meridado con unas tostadas con una fina loncha de grasa de cerdo. De nuevo, pasamos una tarde agradable y la conversación fluyó abarcando multitud de temas, hasta que el sueño se empezó a manifestar con los primeros bostezos y decidimos regresar. Esta mañana me he vuelto a despedir de esta encantadora familia y aprovechando que por fin, un espléndido sol ha dado tregua a las continuas lluvias y mis pies, en consecuencia, van desagrietándose de la humedad acumulada, me he dirigido a la Piazza di Il Duomo, para admirar la maravillosa fachada de Il Duomo por última vez.

Por último he trazado una ruta de planificación hacia Verona de 204 km, por carreteras secundarias, pasando por Cremona.


TALLER DE SANTOAGOSTINO

Es asombroso, me cuesta asimilar tanta generosidad. En el taller de bicicletas Santoagostino me han regalado la reparación, 2 cámaras y unos calcetines de invierno. Algunos clientes, además del dueño del taller, han querido fotografíarse conmigo al conocer mi historia y me han enviado solicitudes de amistad por Facebook para poder seguír mis peripecias. Acabo de recibir un mensaje privado de uno de ellos: "Manggiare e dormire gratis per te....(direccion)". Solo espero estar a la altura y corresponder con lo mejor de mí, el infinito agradecimiento que siento.


LLEGADA A MILAN

Ayer tras entrar en lombardia y poco antes de recorrer los últimos km de Vía Sempione hacía su capital: Milán, me topé con una agradable sorpresa. Desde su coche, un chico sonriente, vitoreaba mi constante pedaleo con un grito de "bravísimo", al que correspondí con una amplia sonrisa de agradecimiento y el pulgar en alto. Siguiendo por la misma vía, un poco más adelante volvimos a coincidir. Al parecer había aparcado el coche en el arcén, esperando mi llegada para conversar. Así que, mientras me aproximaba me hizo señas para que me detuviese. Accedí guiado por una buena intuición y empezamos a placticar. Enseguida se mostró interesado por mi ruta, procedencia y sistema de vida. Debo reconocer, que en todo momento su franca mirada me inspiró confianza y me relajé. Me comentó que él también era ciclista y había viajado de ese modo, por prácticamente todo su país. Tal vez fuera el recuerdo por la hospitalidad recibida lo que le llevó a abrirme las puertas de su casa, en la que vivía con Gina, su madre o quizá simplemente se tratara de una bondad innata. De cualquier modo, la oferta era irresistible. Inmediatamente, cargamos mi bici y alforjas en su maletero y charlando animadamente me condujo hasta el garaje de su casa, en Cornaredo, un apacible pueblecito a las afueras de Milan. Después de guardar la bici en un trastero y subir las maletas, conocí a su madre: Gina, una sencilla y afable señora que se deshizo en atenciones. Después de presentarnos y empezar a conocernos un poco más, me propuso hacerme una colada de mi ropa sucia y prepararme un buen plato de pasta a la italiana, mientras me daba una ducha caliente. La comida supo excelente y no solo por el plato en sí, sino por el aliño de una compañía inmejorable. Consiguieron hacerme sentir como en casa, en ningún momento sentí que yo era aquel extraño que acababan de acoger. Ya repuesto de energías, decidimos dar un paseo en bicicleta por Milan, trazando un itinerario por el que junto con su novia: Valeria, me guiaría por las zonas más representativas de esta gran metrópolis. Para llegar a Milan cogimos un tren de cercanías que nos dejó en una zona bastante céntrica. El paseo nos llevó a través de las adoquinadas, en su mayoría, calles de Milan, por la Porta Nova, complejo comercial de altos edificios acristalados, el Teatro Nacional y lo más impactante: la plaza de Il Duomo y el Castillo de Sforza, cuya fachada realzaban unos focos al anochecer. Milan me pareció una bonita ciudad, sobre todo destacando su casco antiguo salpicado de excelsas obras de arte. Si bien, no noté un gran contraste viniendo de mi Barcelona natal, respecto al urbanismo y arquitectura en general, sí que pude apreciar los pequeños matices que distinguen la cultura italiana. Como anécdota curiosa, Valeria me dijo la marcada tendencia a la superstición en algunas regiones de Italia. Al parecer en el suelo de unas suntuosas galerías que cruzámos en las inmediaciones de la Plaza de Il Duomo se dibuja la figura de un león, sobre el que era tradición dar una vuelta completa para tener una buena fortuna. Yo me abstuve, por escepticismo, además la cola que se había formado con ese menester acabó por disuadirme. No obstante, considero que estas tradiciones tienen cierto encanto, ya que refuerzan el significado de un lugar, que de otro modo pasaría inadvertido. Y con todo, la tarde transcurrió en un suspiro y al fin pude olvidarme de una profunda decepción. Me explicaré: mi compañero de viaje a tramos, según me dijo también se hallaba en casa de un amigo suyo en Milan y ante mi desconcierto, no sólo rechazaba un encuentro, sino que además me había negado la posibilidad de alojarme con ellos. Según me comento, tan solo tenía interés en cruzar conmigo las fronteras, cosa que a mi no me preocupaba en absoluto. Así que harto ya de sus continuos desplantes desde la espera de 7h en que nos tuvo en vilo a mi madre, a mí y a un amigo que había venido a despedirme, le deseé buena suerte en su viaje, pero que por supuesto no volviera a contar conmigo. Ya pagué el precio por confiar en él, la novatada de la primera oportunidad. Además de sentir vergüenza ajena, por la desconsideracion con quienes le rodean durante los tramos compartidos hasta Grenoble, en los cuales por ejemplo dejaba plantados a los host de Coachsurfing o jamás se detenía a esperarme si la escena no le atraía a él, mientras yo me esforzaba continuamente en complacerle y en adaptarme a su pausado pedaleo, semejante a una marcha fúnebre. Me sentía como un decorado de su fiesta, por el que renunciaba a mi libertad. No había pacto en la convivencia, sino un sometimiento dictatorial a sus caprichosos antojos. Desde el primer dia en que primaba su autobombo, las pancartas y los flashes que tanto a mí tanto me disgustan, al compromiso de nuestro acordado encuentro. En definitiva, la vanidad de la búsqueda del reconocimiento, por encima de la bondad y la responsabilidad. Personalmente considero que la experiencia es tan enriquecedora de por si, que ya retribuye con creces. Y si no la mantengo en el más estricto anonimato es por el gusto de compartirlo en la intimidad con el allegado grupo de personas que espontáneamente han mostrado interés por un seguimiento. Es triste que el individualismo haya roto con lo que eventualmene hubiera podido ser una bonita colaboración. En fin, al menos sé que ambos somos totalmente autosuficientes y nos irá bien por separado. De todas formas, me he propuesto no dar más cuartelillo a ningún sentimiento de negatividad, así que corramos un tupido velo. Simplemente quería, a modo de terapia, deshogarme para liberarme de este desagradable incidente.

Siguiendo al hilo con mi historia junto a la familia Italiana, a nuestro regreso a la casa de Manuele en Cornaredo disfrutamos de una cena a base de deliciosas porciones de pizza al forno di legna, envueltos en un ambiente cálido y familiar. Hoy me he despertado descansado y después de un suculento desayuno, he agradecido la abrumadora hospitalidad de esta buena gente, que en todo momento me hizo sentir como si hubiera estado en mi propia casa. Finalmente nos hemos intercambiado las referencias de contacto, me he ofrecido a hospedarles cuando quieran visitar Barcelona y nos hemos despedido con un cariñoso abrazo. Con esta experiencia, corroboro, que además de sus bellos paisajes, gran parte del encanto de este pais, reside en su calor humano. Eso es todo por ahora, ya sabes Manuelle Boccardi que para lo que sea ya tienes un nuovo fratello spagnolo. Grazie Mile.


LLEGADA A ITALIA

Después de no haber pegado ojo en toda la noche, debido al frío y la humedad por la persistente lluvia y la paliza de ayer, he continuado mi ruta en direccion Milan hasta Domodossola, donde ahora mismo me encuentro.

Es mi primer dia en Italia y ya he notado un tremendo choque cultural, viniendo de Suiza. Aquí la gente es muchísimo más cálida, por lo general atienden cualquier petición con una sonrisa o una mirada directa y franca, para después implicarse en la ayuda. Además la familiaridad del idioma y los precios, junto con la sencillez de sus acogedoras viviendas, me han hecho sentir como en casa. Atrás queda ya, la predominante frialdad e incluso hostilidad Suiza, su sofisticada altivez, pero también los magníficos paisajes alpinos que me cautivaron. Digamos que en Suiza disfruté de la excepcional compañía de la naturaleza más salvaje, mientras sentía ajena la de mis semejantes y en Italia he llegado, tras un desierto empatico, a un oasis de hospitalidad. ¡Bravisimo!


TRIESTE, LA GROTTA GIGANTE

Ayer a primera hora de la mañana recorrí unos 40km más hacia Trieste, donde en un bar a 10km de la ciudad me recomendaron visitar la Grotta Gigante (a 10km de allí y llegado, a 7km de Trieste). Seguí una carretera secundaria y a continuacion un sendero boscoso que me condujo hasta la gruta. Una vez allí, aparqué mi bici en la entrada y compré un billete para estudiante por 9€ Hace ya más de una década que no lo soy, pero para ahorrar hay que echarle un poco de morro. Al ser temporada baja era el único visitante y por tanto, gocé de las explicaciones de un simpatiquísimo guia personalizado, que con todo lujo de detalles me relataba la historia, puntos de acceso (3), proceso de formación de las estalactitas y estalagmitas, composición geológica y mineral, condiciones climáticas (temperatura, humedad) y como se llevaron acabo las primeras expediciones espeleológicas que llevaron a su descubrimiento. El submundo es un universo fascinante. Un reino de fantasía en que las rocas disparan la imaginación con sus múltiples contornos, esculpidos a lo largo de miles de millones de años, adoptando formas similares a personas, animales, árboles, ... básicamente en tres tonalidades: blanco, marrón y ocre, según su concentración mineral y calcárea. La sensación es de estar en otro planeta, contemplando lo que podría ser un paisaje lunar o marciano. Este lugar, tan diferente como bello, ha hecho las delicias de éste empedernido xenófilo. Me encanta la diferencia, el exotismo que aporte el máximo contraste para revalorizar. Finalmente siguiendo las referencias del guía descendí a Trieste, no sin antes detenerme a apreciar una hermosíma panorámica bajo un rojizo atardecer. Según me había dicho desde la estación al Castelo de Miramare me toparía con un Albergue de la Giuventu, donde pasar la noche a bajo coste a 7km de Trieste. Al llegar estaba cerrado y un cartel en la puerta advertía de que debido a reformas no volverían a abrir hasta 2014. De modo que no me quedó otra que regresar a Trieste para seguír buscando una habitación. La mayoría de las que localizaba siguiendo la lista del portal Hostelworld estaban cerradas para registrarse o requerían una reserva previa. Finalmente conseguí que me alquilaran la única habitación doble que les quedaba libre a precio de individual en una céntrica pensión. Después de 4 noches seguidas de acampada, una simple ducha de agua caliente y una cama mullidita sabrán a gloria.

TRIESTE- RIJEKA

Por primera vez en mi vida, se ha producido la singular circunstancia de haber pisado el territorio de 3 paises distintos en un mismo dia: Italia, Slovenia y Croacia.

Al llegar a Rijeka, he sacado una lista de albergues que habia preparado la noche anterior y mediante Gps he ido localizándolos. La segunda tentativa ha sido todo un éxito, albergue en zona céntrica por sólo 12€. Como se nota ya el descenso de precios. Un respiro, para desabrocharse un poco el cinturón.



viernes, 7 de enero de 2022

Al ritmo del algoritmo

Estoy pensando que prefiero yo formularme mis propias preguntas, que pensar desde la libertad es bello.

Estoy pensando, que porqué ellos lo inquieren, si pensar es algo que no les gusta que haga, que prefieren que me venda y compre, que suelte prenda al ritmo del algoritmo que me estudie. 

Ahí les va:
Troyanos invaden las redes. Deepfakes y ¿aún crees que una imagen vale más que mil palabras?
Fake news y soy tan tacaño en el morbo, que ni el click gratuito les pago.
De astucia murió la confianza, por eso no consumo doctrinas ni siquiera divinas, ni me conformo ni desinformo, ni apuesto en cansinos casinos, ni me drogo ni me drogan, para lucrar a las mafias.
Crápulas sin escrúpulos adquieren su báculo en la inocencia burlada, pero son tan pobres, que para seguir viviendo, tuvieron que empeñar su alma.

martes, 4 de enero de 2022

La tragedia en la comedia

La tragedia en la comedia
es la obviedad
Y en una vista previa,
su resuelta ambigüedad. 

La risa nace, del misterio, 
en su intención.
Muere el genio, si su ingenio,
no supera a la intuición.


*Cuadro "Stáncyk" de Jan Matejko (1862). 

Suiza

 

Ruta: Martigny - Visp - Zermatt - Brig - Paso de Simplon.

MONTE CERVINO O MATTERHORN

La jornada de hoy ha sido particularmente especial, no solo porque por fin he podido aparcar la bicicleta en el trastero del albergue y salir a caminar libremente, sino sobre todo porque he podido cumplir uno de los sueños de mi infancia: la aproximacion al Monte Cervino. Ya desde niño me fascinaba su imagen en la caja de lapices de colores de Alpina. Este es un monte muy emblemático a nivel internacional, no tan solo un simbolo suizo, sino también una de las estampas montañosas más reproducidas en todo el mundo. Tal vez se deba a la peculiar forma piramidal de este coloso que se alza sobre Zermatt. Existen numerosas rutas, para poder contemplarlo desde todos los ángulos, asi como para coronarlo por cualquier arista, siendo la arista Hornli, la ruta normal y más concurrida. Yo he elegido el sendero a pie: Zermatt-Sunnega-Blauherd-Lago Stellisee, descartando los prohibitivos precios del funicular y teleférico correspondientes, sobre todo por la belleza y fotogenia de las perspectivas que se muestran. Queda pendiente un intento de ascensión, eso sí con la preparacion necesaria. No es el momento, ya que en esta gran empresa debo reservar energia y aún debo adquirir nociones de escalada. Pero os aseguro que ni el cementerio, cerca de la iglesia de Zermatt, que reune las tumbas de los montañeros fallecidos en su intento de ascensión, ha conseguido disuadirme. Mucho ha llovido desde la pionera expedición de Whymper y su tragedia, tras haber culminado, durante el descenso. Aquella fue una proeza sin paragón, dada la precariedad de los medios con que entonces se enfrentaron. En conclusión, como dijo Reinhold Messner: “la montaña no es justa ni injusta, simplemente es peligrosa.” La gratificacion es inmensa, pero también la apuesta enormemente arriesgada.


ZERMATT- VARZO

Hoy me he despertado pronto para aprovechar el dia e ir acortando la distancia hacia Milan. Dividiría la ruta de hoy en 3 etapas bien diferenciadas según el desnivel. En la primera, he podido dejarme caer en un fuerte descenso de áquel puerto en el que tanto había padecido. Por consiguiente, enseguida y sin apenas esfuerzo me planté de nuevo en Visp, pasando por Tasch y St Niklaus, donde desayuné. En el segundo tramo, un llano que me condujo de Visp a Brig, sin mayores problemas. Allí me esperaba el extenuante Pass de Simplon, de 24km hasta alcanzar una cota máxima de 2055m de altitud. Para conseguirlo, tuve que atravesar muchísimos túneles en los que tuve algunas sensaciones, que luego describiré y empujar caminando mi bicicleta hasta en 3 ocasiones, por sobrecarga de cuadríceps. En esos momentos, el mismo cansancio me llevó a un estado de trance, casi meditativo, en el que era ya incapaz de pensar. Mi mente estaba vacía, pero en su obstinación, arrastraba mi cuerpo maltrecho casi por inercia. Al llegar a la cota máxima, el puerto estaba cubierto por una espesa niebla y la temperatura era bastante fría y me empezaba a calar en los huesos (2 grados centígrados). Entonces eran las 18h aprox y ya estaba prácticamente oscuro, con visibilidad nula. Paré a tomar las mínimas precauciones, me puse el frontal sobre el casco y el chaleco reflectante, para advertir minimamente a los conductores de los vehículos que venieran por detrás en mi misma dirección. La iluminación de la carretera brillaba por su ausencia, así que solo la tenue luz del frontal iluminaba tímidamente mi rumbo. Unos metros más abajo, apareció el letrero iluminado de un restaurante y consideré oportuno, parar a tomarme un refresco y a recobrar energías. Daba la casualidad de que el camarero era un sevillano, que llevaba ya 26 años residiendo en Suiza. Muy amable, me informó de que a partir de allí, se inicia una bajada de 18 km hasta Gondo, primer pueblo al otro lado de la frontera, pero que antes a 4km, en un pueblecito llamado Simplon Dorf, ofrecen baños termales gratuitos. Le expliqué mi historia, conversamos animadamente y me sorprendió regalándome el refresco. Al parecer tiene familia en Sitges y Vilanova, a la que periódicamente visita. A pesar del agotamiento y la oscuridad, la emoción me llevó a descartar el apetecible baño caliente, para cruzar la frontera. Además me sedujo la idea de hacerlo en un descenso de 18km, en el que el desgaste físico seria mínimo, ya que únicamente tendria que frenar para no estrellarme en las curvas más cerradas. Y así hice hasta llegar a la aduana, donde una amable pareja de policías me tomaron unas fotos a mi petición y me regalaron unos caramelos suizos Ricola, que me vinieron genial para reponer glucógeno. Les di las gracias y pasado Gondo, decidí poner fin al pedaleo en el primer pueblo que me encuentrara, que resultó ser Varzo.


ZERMATT

He llegado a Zermatt entorno a las 15:30h, tras una demoledora etapa de 36Km de continuas cuestas entre angostos pasos de montaña, con un desnivel positivo acumulado de 1580m. Entonces tenia calambres en las piernas y un principio de pájara debido al sobreesfuerzo. No obstante, enseguida me he puesto manos a la obra, hidratándome con agua mezclada con polvos isotónicos, preparándome un bocadillo a la sombra y tratando de localizar mi albergue (Matterhorn Hostel) lo antes posible. Preguntando un par de veces no ha habido problema. Me han asignado una cama en una habitación con varias literas, me he duchado y cambiado de ropa. Ahora me siento renovado y con relajación he entablado conversación con uno de mis compañeros de cuarto. Se trata de un chico de mi quinta procedente de Boston, que estaba viajando sólo, con transporte publico y que mañana quiere hacer una visita por la zona, similar a la mía, asi que tal vez podamos compartirla. En principio, mi plan es hacer dos recorridos: una aproximación al inicio de ascensión del Matterhorn por la arista Hornli (ruta normal) y otra en dirección Sunegga, para ver el pico reflejado desde el lago Stellise, toma de la clasica postal del Monte Cervino, considerada una de sus vistas mas hermosas.


VISP

La etapa de ayer fueron unos 50km asequibles de puro llano, en los que tras el Col de Forclaz me sentía como una pluma, pero al llegar a Sierre me esperaba un complicado puerto zigzageando entre viñedos de primerísima calidad. Tras la cata lo puedo asegurar :) Al culminar, obviamente pude disfrutar de un bonito descenso hasta Rhone, donde vi especies curiosas de ganado alpino. Finalmente, por caminos angostos paralelos a un río, entré en Visp, entorno a las 18h. Al llegar mi móvil y yo, ambos estabamos ya casi sin batería. Preguntando por el albergue más barato, me guiaron hacia una urbanización en la periferia, donde una adorable monjita de la "caridad" me cobraba la friolera de 70 francos suizos por pasar la noche a cubierto y eso sí, me regalaba una diabólica sonrisa. Después de rechazar su oferta, vivaqueé en un bonito prado, a 32 km del Cervino. Hoy tengo previsto llegar a Zermatt y alojarme en un albergue.


MARTIGNY

Ayer no pude encontrar un alojamiento en Martigny por menos de 100 francos suizos y los únicos albergues y campings estaban cerrados. Así que no tuve más remedio que vivaquear en un lugar escondido en la perferia, bajo las ramas de árbol sobre el tejado de un almacén, para no ser descubierto y resguardarme de una posible tormenta. Efectivamente, así fue y entorno a las 3h de la madrugada el clima cambio bruscamente y empezó a diluviar, aunque no me afectó demasiado porque en previsión ya había impermeabilizado mis pertenencias. Hoy abriré camino a Visp, una población suiza a 38km de Zermatt, a los pies del Cervino o Matterhorn, como también se le nombra por los alrededores.



Croacia


Ruta: Rijeka - Zadar - Plitvice - Sibenik - Primosten - Split - Dubrovnik - Gruda.

BACINSKA JEZERA- DUBROVNIK

Hoy ha sido un dia cítrico, me explicaré. La señora de la casa, antes de abandonar mi habitación me ha obsequiado con una bolsa de mandarinas de cultivo propio. Ahora es temporada de esta fruta y aunque los árboles siguen todavía muy cargados, la cosecha de este año ha sido especialmente abundante, por lo que los agricultores croatas han vestido de naranja la carretera, debido a la proliferación de los puestos de venta. Supongo que gracias a mi pinta de viajero de largo recorrido por las alforjas, al pasar algunos de ellos me hacian detener para regalarme un buen puñado de ellas y a pesar de que el peso se iba acumulando en exceso, no he podido negarles el detalle. Posteriormente, he entrado a hacer mi compra de comida diaria en un supermercado y al salir, de nuevo un hombre ha vuelto a añadir algunas más a mi particular recolecta.

Bien provisto de vitamina c, me he dispuesto a continuar y tras una breve incursión en Bosnia, en la que he tenido que mostrar mi pasaporte un par de veces a la policía aduanera, he conseguido llegar a Dubrovnik. Ahora sí, parece que por fin, el Adriático se ha abierto ante mí, como una ostra, para ofrecerme su perla más preciada. Justo al cruzar los 518m del Puente del Dr. Franja Tudmana que conducen al núcleo urbano de Dubrovnik, ha empezado a granizar y me he tenido que espabilar para encontrar hospedaje. Tras varios intentos fallidos en casas donde ni siquiera respondían al timbre, he entrado en una panadería para que me asesoraran y la dependienta ha telefoneado a un contacto suyo que me ha alquilado un pequeño apartamento enfrente del barrio antiguo, por 300Kn (40€) las dos noches que voy a pasar aquí. Éste es un precio algo más elevado del que suelo gastar, pero la zona es inmejorable y ya no me quedaba energía para seguír buscando en pleno temporal. Entonces, mientras me instalaba, mi arrendataria ha tenido la gentileza de darme la bienvenida con un té caliente que me ha reconfortado muchísimo. Ahora toca reposo y recuperación. ¡Ojalá que mañana pueda ver como brilla esta perla bajo el sol!


DUBROVNIK

Hoy la perla ha brillado bajo el sol. Dada la privilegiada situación de mi apartamento, a escasos metros del recinto amurallado del casco antiguo de Dubrovnik, enseguida he entrado en él por la Puerta de Pile y recorriendo su arteria principal: la calle Stradun, he podido contemplar los numerosos palacios e iglesias de piedra blanca que contiene (Rector, Sponza, ...), pasando por la céntrica Plaza Luza, donde había un ajetreado mercadillo de fruta.

Tras completar el típico itinerario turístico he decido desmarcarme para explorar otras áreas, como las estrechas callejas y el contorno costero que, saliendo por la puerta de Ploce, resigue la muralla desde el exterior. Después he retrocedido de nuevo por la puerta de Pile y al descender unas escaleras he cruzado un parque qué conducía a una bella cala de aguas cristalinas desde donde a través de un estrecho pasillo, inscrito en la parte inferior de la propia muralla, se llegaba a otras escaleras que permitían acceder a lo alto de una de las torres. Allí he podido deleitarme con una panorámica global de toda la ciudad vieja y de los peñascos y acantilados que emergen sobre el turquesa marino sirviéndole de base. No cabe duda, de que me encontraba frente a una de las maravillas arquitectonico- naturales del mundo. La cuadrícula que conforman las calles y la pulcritud de las fachadas de las edificaciones inscritas entre los ancestrales muros, por su perfección, daban la sensación de estar ante una maqueta. Cuando ya me disponía a regresar a mi apartamento, he tenido la agradable sorpresa, de encontrarme con Jordi que acababa de entrar en la ciudad, junto con Nicola, un chico suizo a quien conoció en la carretera, que se dirige a Atenas también en su bicicleta. Como ambos estaban buscando alojamiento, les he recomendado mi hostal y tras acompañarles, se han instalado conmigo. Después les he sugerido que aprovecharamos los últimos rayos de sol para contemplar la puesta de sol desde la misma torre que había visitado antes. Les ha encantado la idea, de modo que en 10 minutos volvíamos a plantarnos alli y esta vez la escena producía un efecto mucho más melancólico bañada por la tenue luz del atardecer.


PARQUE NATURAL DE LOS LAGOS DE PLITVICE

Ayer me desperté temprano, para aprovechar el horario de luz en mi visita a los lagos de Plitvice. Rápidamente recogí mis pertenecias, abandoné la casa rural y recorrí los escasos 6km que me separaban de una de las dos entradas. Al llegar la caseta aún estaba cerrada y un cartel prohibía el paso con bicicleta, de modo que me apresuré a esconderla. La guardé en un boquete oculto bajo su misma estructura y preparé una mochila con comida para pasar el dia. Como aún estaba fuera del horario de apertura, conseguí ahorrarme las 80kn del billete. Elegí, de entre varios, el recorrido más extenso, correspondiente a la letra K. En un principio, un sendero boscoso alfombrado por las hojas caducas que íban cayendo desde las altas hayas, me condujo a un recodo donde la vista se despejaba. En ese punto se ubicaba el primer mirador, diseñado con forma de balcón, desde donde se divisaban los dos primeros lagos conectados por un conjunto cataratas. No daba crédito a estar viendo algo tan hermoso, que incluso parecía irreal. La variedad cromática era tan extensa que un pintor no hubiera hallado en su paleta el espacio suficiente. Todos los colores combinaban en equilibrada armonía. El sol justo despuntaba tímidamente entre las nubes, enfocando la escena. La calma era absoluta, me encontraba sólo ante uno de los mayores espectáculos naturales a nivel mundial. Me detuve largo y tendido. Estaba absorto, incapaz de retirar la mirada, tratando de absorber el panorama. Tras la ensoñación, seguí el itinerario, pues sus 22km me iban a ocupar unas 6h y para entonces habría oscurecido. Los balcones fueron sucediéndose constantemente. Cada uno ofrecía un ángulo de visión distinto que servía para apreciar nuevos matices. Ni bien llevaba 3 o 4 balcones más, cuando vi a una persona a lo lejos entrando al parque por el otro acceso. Su silueta me resultaba familiar, me acerqué para comprobar mis sospechas. Era Jordi, el chico con el que había iniciado esta aventura. ¡El mundo es un pañuelo! Increíble coincidencia espacio- tiempo. Después de tantos km desde Grenoble por diferentes rutas, nuestro amor por la naturaleza habia propiciado un reencuentro que sirvió para resolver nuestras diferencias y compartir juntos la visita de este único escenario. Cada uno llevaba un saco de vivencias, de sensaciones y anécdotas adquiridas por separado que fueron depositadas en un fondo común. Habia tanto vivido, como que explicar. Así que la buena conversación fluia como las cataratas que iban apareciendo, mientras atravesabamos las largas pasarelas de madera que contorneaban los 16 lagos vestidos de tonos turquesa y esmeralda. La visita concluyó con un emotivo abrazo de despedida con uno de los mejores telones de fondo. Así, yo me imaginaba el paraíso.


SPLIT - GRADAC

Hoy un viento huracanado me ha hecho avanzar dando tumbos como si estuviera bebido. Las continuas ráfagas de dirección imprevisible continuamente me desestabilizaban, ralentizando mi ruta. A partir de Split el relieve se torna mucho más angosto y la carretera serpentea resiguiendo la costa Dálmata desde cierta altura, entre la imponente presencia de cañones y escarpados acantilados. Eventualmente se desciende hacia pintorescas poblaciones costeras que tratan de integrarse sobre la base de las enormes paredes de roca desnuda. En Omis, una de las más destacadas, he podido gozar de las vistas al cañon del rio Cetina y de su desembocadura. Unos 40km más adelante, se encuentra tras su riviera homónima, Makarsca, ubicada a los pies del Monte Biokovo, en cuyo paseo marítimo he cenado junto al Monumento al Turista, una bonita estatua de una pareja agarrada y paseando distendidamente. Entonces eran las 17h de la tarde, la oscuridad se cernia sobre mí y me quedaban 40km más para Gradac, en los que obviamente he dejado de apreciar el paisaje. De modo que ya sin distracción alguna, he aligerado el ritmo con tal de rematar cuánto antes la faena. Finalmente, según lo planeado he llegado a la hora de cenar a Gradac y después de prepararme un bocadillo, me he dedicado a buscar un lugar para dormir. Mi primera opción era la acampada, pero el desnivel la imposibilitaba y después de hundirme bici en mano en un zarzal que me ha dejado algunas magulladuras, he desistido de la idea. Tomando la alternativa de alquilar una habitación, he corrido la misma suerte, puesto que todos los hostales de la localidad estaban ya cerrados o nadie salía a atenderme. A la desesperada, no me ha quedado más remedio que levantar la cadena de la entrada de una casa abandonada o en construcción, para entrar con mi bici y pasar la noche oculto tras el tabique menos expuesto de su estructura.


SIBENIK- PRIMOSTEN- TROGIR- SPLIT

La crónica de hoy también viene empapada, pues siguiendo con la tónica de los últimos días, ha amanecido con chubascos. Eran sobre las 9h cuando estaba recogiendo mis bártulos mojados y desmontando la tienda que ayer fijé en un campo de olivos de la periferia de Sibenik, cuando comprobé estupefacto que ya no disponía de ropa seca para entrar en calor. Los 4 días consecutivos de lluvia, empezaban a hacer mella. Cuando ya estaba mentalizado de que las lluvias no cesarían, poco antes de llegar a Primosten, el sol ha despuntado entre las nubes y durante un lapso de un par de horas, como dirían los galos de Astérix, el cielo ha dejado de caer sobre mi cabeza. Momento en que he aprovechado la circunstancia para entrar en una gasolinera de la localidad e improvisar un tendedero sobre unas barras metálicas transversales encaradas al sol, ventiladas por una ligera brisa. Mientras tanto, he puesto a cargar la bateria de mi smartphone en el baño y me he servido del secador de manos para mis guantes húmedos. Luego, después de esta puesta a punto, he visitado el centro de este precioso pueblecito cuyo encanto reside en sus bonitas edificaciones prácticamente bañadas por el mar, entre las que destaca por encima el campanario. Al emprender el camino a Trogir, mi próximo destino, paralelamente he continuado resiguiendo la linea marcada por mi inseparable compañero: el Adriático y por primera vez, el clima me ha permitido apreciar el hermoso paisaje costero. Imaginaros, por compararlo con algo más familiar, una inmensa Costa Brava donde el contraste mar y montaña se extiende mucho más allá de donde alcanza la vista. A su vera, los pinos se reflejan en un mar cristalino, donde el fondo blanco de piedra caliza tiñe de turquesa el agua de la superficie. En invierno uno tiene la ventaja de poder contemplar este paraje con una serenidad, que hubiese vedado la explotación turística veraniega. Al entrar en Trogir, justo cuando me disponia a vagar por las calles de su casco antiguo para conocer la Catedral de San Lorenzo (declarada por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad), se ha desatado una tormenta eléctrica impresionante que ha traído consigo el diluvio. Me he tenido que refugiar bajo el arco de piedra, tras el cual una serie de callejas estrechas y adoquinadas conducen a la catedral. Por suerte y ante mi asombro, de nuevo ha dejado de llover, por lo q he podido visitar Trogir y me he decidido a rematar los 27 km restantes hasta Split, que por aportar una nueva referencia baloncestistica, se trata de la localidad donde nació otro gran jugador croata: Toni Kukoc. Finalmente, en el centro de Split he conocido a Ivan, un chico de la ciudad, que se ha ofrecido a acompañarme a un albergue barato que estuviera lo más cerca posible. Él mismo se ha encargado de llamar también a su responsable, para que viniera a atenderme. Enseguida ha llegado la señora encargada, me ha cobrado la ganga de 80kn/ noche (10e) y me ha entregado las llaves de un pequeño apartamento con ducha, cocina y wifi, que además dispone de un buen espacio escondido y protegido tras una verja, donde aparcar mi bici. Mañana me tomaré el dia libre para conocer Split y hacer algunas compras necesarias (gas y comida).


GRADAC- BACINSKA JEZERA

Hoy ha amanecido nevando en toda Dalmacia. La previsión meteorológica augura que continuará haciéndolo durante todo el día. No obstante, terco como soy en mis propósitos, he empezado a tirar millas dirección Dubrovnik siguiendo la larga cuesta que abandonaba la costa, para adentrarse en el interior hacia los lagos de Bacina. Mientras pedaleaba un enfurecido viento en contra, me azotaba trayendo con sigo veloces copos que se estampaban sobre mi cuerpo. Al poco, no solo había perdido el tacto en manos y rostro, sino que empezaban a amoratarse. En vano intentaba sobreponerme a tanta calamidad, puesto que más alla de mi voluntad, otros síntomas físicos empezaban a manifestarse: ojos hinchados, labios cortados y zonas entumecidas. Esta claro que en un extremo no se puede vencer a los elementos ni siquiera con obstinación, por lo que después de 12km extenuantes de muchísimo sufrimiento, me he resignado a aplazar la etapa hasta mañana, cuando se espera una mejora climática. Asi pues, me he apresurado a comprar provisiones y he alquilado una habitación. Dedicaré el resto del día a descansar y planear futuras visitas e itinerarios. Pese a la osadía, siempre hay un momento para la prudencia. Continuar hubiese sido prácticamente un suicidio. Mañana seguiré vivo y Dubrovnik, todavía aguardándome.


DELNICE- RAVNA GORA- VRBOVSCO- OGULIN- JOSIPDOL

Hoy ha amanecido con una espesa neblina que cubría el panorama con un aura de misticismo y misterio. A medida que iba descendiendo, ésta iba desapareciendo paulatinamente desvelando una magnífica estampa de la Croacia rural sobrevolada por majestuosas águilas. La carretera transcurría a lo largo de sucesivas ondulaciones, tanto en cuanto al desnivel, como a la dirección, donde serpenteaba adoptando la forma de un río repleto de meandros. A pocos km de Vrbovsco, en una zona bastante remota, me he encontrado con una señora que paseaba en mi misma dirección y que tras saludarme ha tomado la amable iniciativa de invitarme a entrar en su casa. Alli junto a su marido me ha preparado un té turco con unas galletitas de mantequilla, que según me ha contado le enseñó a preparar su difunto padre, quien había construido la casa poco antes de morir. El ritual para tomar este tipo de té es bastante curioso, ya que se debe sostener un terrón de azúcar entre los dientes entre sorbo y sorbo. Por lo general, según me indica mi experiencia, la gente de las zonas rurales es, dentro de su sencillez, más cándida y hospitalaria que en las grandes urbes. Además la carretera está minada de cementerios, probablemente debido a los conflictos bélicos que tan duramente han castigado a este pais, por lo que uno debe ser comprensivo con el aparente recelo de sus habitantes.

No obstante, debo admitir que este ídílico paisaje ha sido para mí como el mejor de los placeres, inesperado.


ZADAR – BRBINJ (DUGI OTOK)

En ferry/ Brbinj- Sali en bici/ Sali-Zadar en ferry.

Esta mañana nublada he revisitado el casco antiguo y el paseo Marítimo de Zadar. Despues de tomar algunas instantáneas me he dirigido a una compañía de la terminal de ferrys para viajar al Parque Nacional de Telasica, en la isla de Dugi Otok, dentro del archipiélago de las Kornati. El único destino posible en la isla que esta compañía podía ofrecerme era Brbinj, que queda justo en el otro extremo de la isla a unos 25km. Pensando en que me daría tiempo de cruzar la isla y regresar (50km aprox) con el último ferry Brbinj- Zadar, he comprado un billete de ida y vuelta. Lamentablemente, el ferry que debía partir a las 12h de Zadar se ha retrasado y nos ha echo arribar sobre las 14h a Brbinj, lo cual me dejaba un escaso margen para cruzar dos veces la isla y visitar Telasica. Bajando del ferry, una carretera ya señalaba la direccion a Sali, población más cercana al Parque Nacional de Telasica, justo al otro lado de la Isla. Tras afrontar un desnivel considerable, con breves paradas para retratar el paisaje, me he plantado sobre las 15:45h en la entrada del Parque Nacional, lo que me imposibilitaba ya visitarlo y volver a cruzar la isla completa hasta Brbinj antes de las 17h, hora en que salía mi ferry. De modo que he perdido las 50kn, correspondientes a mi billete de vuelta a Zadar. Preguntando a un pescador, que me he encontrado en un pequeño lago a 3 km de Sali, me ha dicho que me quedaba la opción de regresar a Zadar tomando un ferry de otra compañia desde Sali, pero que éste partía en escasos 10minutos. Frustrado por tener que anular mi visita a Telasica justo al llegar a su entrada, he intentado llegar a tiempo al ferry de Sali. Cuando he llegado al puerto, hacia escasos 5min que habia desembarcado. Solo me quedaba un cartucho para no quedarme en Dugi Oto aislado toda la noche: un último ferry a las 20:45h, pero solamente para pasajeros. Con lo que además de 3:30h de espera, me quedaba la duda de si me admitirían con la bicicleta. Media hora antes de la partida de mi ferry, se han abierto las taquillas y al comprar mi billete, el vendedor me ha comentado que en temporada baja era posible embarcar la bici también y por el mismo precio (25kn). Esta noche repetiré en el mismo hostal y mañana, sin más dilación, espero ya poder dormír en Sibenik.


Nuestro Mayor Miedo- Marianne Williamson

Nuestro mayor miedo no es que no encajemos, nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada, es nuestra luz y no nuestra oscurida...