viernes, 7 de enero de 2022

Al ritmo del algoritmo

Estoy pensando que prefiero yo formularme mis propias preguntas, que pensar desde la libertad es bello.

Estoy pensando, que porqué ellos lo inquieren, si pensar es algo que no les gusta que haga, que prefieren que me venda y compre, que suelte prenda al ritmo del algoritmo que me estudie. 

Ahí les va:
Troyanos invaden las redes. Deepfakes y ¿aún crees que una imagen vale más que mil palabras?
Fake news y soy tan tacaño en el morbo, que ni el click gratuito les pago.
De astucia murió la confianza, por eso no consumo doctrinas ni siquiera divinas, ni me conformo ni desinformo, ni apuesto en cansinos casinos, ni me drogo ni me drogan, para lucrar a las mafias.
Crápulas sin escrúpulos adquieren su báculo en la inocencia burlada, pero son tan pobres, que para seguir viviendo, tuvieron que empeñar su alma.

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