martes, 4 de enero de 2022

Suiza

 

Ruta: Martigny - Visp - Zermatt - Brig - Paso de Simplon.

MONTE CERVINO O MATTERHORN

La jornada de hoy ha sido particularmente especial, no solo porque por fin he podido aparcar la bicicleta en el trastero del albergue y salir a caminar libremente, sino sobre todo porque he podido cumplir uno de los sueños de mi infancia: la aproximacion al Monte Cervino. Ya desde niño me fascinaba su imagen en la caja de lapices de colores de Alpina. Este es un monte muy emblemático a nivel internacional, no tan solo un simbolo suizo, sino también una de las estampas montañosas más reproducidas en todo el mundo. Tal vez se deba a la peculiar forma piramidal de este coloso que se alza sobre Zermatt. Existen numerosas rutas, para poder contemplarlo desde todos los ángulos, asi como para coronarlo por cualquier arista, siendo la arista Hornli, la ruta normal y más concurrida. Yo he elegido el sendero a pie: Zermatt-Sunnega-Blauherd-Lago Stellisee, descartando los prohibitivos precios del funicular y teleférico correspondientes, sobre todo por la belleza y fotogenia de las perspectivas que se muestran. Queda pendiente un intento de ascensión, eso sí con la preparacion necesaria. No es el momento, ya que en esta gran empresa debo reservar energia y aún debo adquirir nociones de escalada. Pero os aseguro que ni el cementerio, cerca de la iglesia de Zermatt, que reune las tumbas de los montañeros fallecidos en su intento de ascensión, ha conseguido disuadirme. Mucho ha llovido desde la pionera expedición de Whymper y su tragedia, tras haber culminado, durante el descenso. Aquella fue una proeza sin paragón, dada la precariedad de los medios con que entonces se enfrentaron. En conclusión, como dijo Reinhold Messner: “la montaña no es justa ni injusta, simplemente es peligrosa.” La gratificacion es inmensa, pero también la apuesta enormemente arriesgada.


ZERMATT- VARZO

Hoy me he despertado pronto para aprovechar el dia e ir acortando la distancia hacia Milan. Dividiría la ruta de hoy en 3 etapas bien diferenciadas según el desnivel. En la primera, he podido dejarme caer en un fuerte descenso de áquel puerto en el que tanto había padecido. Por consiguiente, enseguida y sin apenas esfuerzo me planté de nuevo en Visp, pasando por Tasch y St Niklaus, donde desayuné. En el segundo tramo, un llano que me condujo de Visp a Brig, sin mayores problemas. Allí me esperaba el extenuante Pass de Simplon, de 24km hasta alcanzar una cota máxima de 2055m de altitud. Para conseguirlo, tuve que atravesar muchísimos túneles en los que tuve algunas sensaciones, que luego describiré y empujar caminando mi bicicleta hasta en 3 ocasiones, por sobrecarga de cuadríceps. En esos momentos, el mismo cansancio me llevó a un estado de trance, casi meditativo, en el que era ya incapaz de pensar. Mi mente estaba vacía, pero en su obstinación, arrastraba mi cuerpo maltrecho casi por inercia. Al llegar a la cota máxima, el puerto estaba cubierto por una espesa niebla y la temperatura era bastante fría y me empezaba a calar en los huesos (2 grados centígrados). Entonces eran las 18h aprox y ya estaba prácticamente oscuro, con visibilidad nula. Paré a tomar las mínimas precauciones, me puse el frontal sobre el casco y el chaleco reflectante, para advertir minimamente a los conductores de los vehículos que venieran por detrás en mi misma dirección. La iluminación de la carretera brillaba por su ausencia, así que solo la tenue luz del frontal iluminaba tímidamente mi rumbo. Unos metros más abajo, apareció el letrero iluminado de un restaurante y consideré oportuno, parar a tomarme un refresco y a recobrar energías. Daba la casualidad de que el camarero era un sevillano, que llevaba ya 26 años residiendo en Suiza. Muy amable, me informó de que a partir de allí, se inicia una bajada de 18 km hasta Gondo, primer pueblo al otro lado de la frontera, pero que antes a 4km, en un pueblecito llamado Simplon Dorf, ofrecen baños termales gratuitos. Le expliqué mi historia, conversamos animadamente y me sorprendió regalándome el refresco. Al parecer tiene familia en Sitges y Vilanova, a la que periódicamente visita. A pesar del agotamiento y la oscuridad, la emoción me llevó a descartar el apetecible baño caliente, para cruzar la frontera. Además me sedujo la idea de hacerlo en un descenso de 18km, en el que el desgaste físico seria mínimo, ya que únicamente tendria que frenar para no estrellarme en las curvas más cerradas. Y así hice hasta llegar a la aduana, donde una amable pareja de policías me tomaron unas fotos a mi petición y me regalaron unos caramelos suizos Ricola, que me vinieron genial para reponer glucógeno. Les di las gracias y pasado Gondo, decidí poner fin al pedaleo en el primer pueblo que me encuentrara, que resultó ser Varzo.


ZERMATT

He llegado a Zermatt entorno a las 15:30h, tras una demoledora etapa de 36Km de continuas cuestas entre angostos pasos de montaña, con un desnivel positivo acumulado de 1580m. Entonces tenia calambres en las piernas y un principio de pájara debido al sobreesfuerzo. No obstante, enseguida me he puesto manos a la obra, hidratándome con agua mezclada con polvos isotónicos, preparándome un bocadillo a la sombra y tratando de localizar mi albergue (Matterhorn Hostel) lo antes posible. Preguntando un par de veces no ha habido problema. Me han asignado una cama en una habitación con varias literas, me he duchado y cambiado de ropa. Ahora me siento renovado y con relajación he entablado conversación con uno de mis compañeros de cuarto. Se trata de un chico de mi quinta procedente de Boston, que estaba viajando sólo, con transporte publico y que mañana quiere hacer una visita por la zona, similar a la mía, asi que tal vez podamos compartirla. En principio, mi plan es hacer dos recorridos: una aproximación al inicio de ascensión del Matterhorn por la arista Hornli (ruta normal) y otra en dirección Sunegga, para ver el pico reflejado desde el lago Stellise, toma de la clasica postal del Monte Cervino, considerada una de sus vistas mas hermosas.


VISP

La etapa de ayer fueron unos 50km asequibles de puro llano, en los que tras el Col de Forclaz me sentía como una pluma, pero al llegar a Sierre me esperaba un complicado puerto zigzageando entre viñedos de primerísima calidad. Tras la cata lo puedo asegurar :) Al culminar, obviamente pude disfrutar de un bonito descenso hasta Rhone, donde vi especies curiosas de ganado alpino. Finalmente, por caminos angostos paralelos a un río, entré en Visp, entorno a las 18h. Al llegar mi móvil y yo, ambos estabamos ya casi sin batería. Preguntando por el albergue más barato, me guiaron hacia una urbanización en la periferia, donde una adorable monjita de la "caridad" me cobraba la friolera de 70 francos suizos por pasar la noche a cubierto y eso sí, me regalaba una diabólica sonrisa. Después de rechazar su oferta, vivaqueé en un bonito prado, a 32 km del Cervino. Hoy tengo previsto llegar a Zermatt y alojarme en un albergue.


MARTIGNY

Ayer no pude encontrar un alojamiento en Martigny por menos de 100 francos suizos y los únicos albergues y campings estaban cerrados. Así que no tuve más remedio que vivaquear en un lugar escondido en la perferia, bajo las ramas de árbol sobre el tejado de un almacén, para no ser descubierto y resguardarme de una posible tormenta. Efectivamente, así fue y entorno a las 3h de la madrugada el clima cambio bruscamente y empezó a diluviar, aunque no me afectó demasiado porque en previsión ya había impermeabilizado mis pertenencias. Hoy abriré camino a Visp, una población suiza a 38km de Zermatt, a los pies del Cervino o Matterhorn, como también se le nombra por los alrededores.



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