lunes, 31 de octubre de 2022

El ser humano moral y el moralista

No debemos mezclar higos con brevas. La diferencia entre el ser humano moral y el moralista, es que el primero mide sus acciones por integridad y respeto a la armonía de su entorno, mientras que el segundo es un colonizador que trata de imponer su código, incluso desde la coherencia.

No obstante, así como nadie se santigua hasta poco antes de su fatalidad, la hipocresía nihilista emerge cuando el verdugo aterrado se victimiza.
Pues sólo se dejan de ver los toros desde la barrera cuando sus astas señalan nuestro cuerpo. Entonces pocas son las moralejas al rescate. Supongo que, como un salvavidas, nunca la filosofía fue tan imprescindible hasta que se necesita. 

Aunque propagar un cinismo inmoral con llamadas periódicas de atención apelando a la compasión, quizás merezca esa misma inmoralidad como respuesta. ¿O creerían a Pedro cuando el lobo acecha?

domingo, 30 de octubre de 2022

Morir en el intento

Qué no quede en nada cuanto siento, 
a cuanto aspiro.

Y sin sentencia,
No llamaré más 'intento'
a aquello en lo que vuelco el alma.

Y como vela al viento hacia un naufragio,
llenaré el vacío hasta de causas perdidas.
Porque el fracaso duele menos que el remordimiento.

* Cuadro de Winslow Homer "Boy in a Dory"  (1873).

miércoles, 26 de octubre de 2022

La conversación

Pareció que estuviera en el mercado. El más educado tan sólo aguardaba su turno, mientras el tumulto se agolpaba entre el ruido y la confusión.

Sus palabras solapadas en una estampida de letras, llenábanles la boca. Las orejas eran tumbas del sentido. Pensé que según Darwin, pronto no seríamos tan distintos a aquellos besugos en la pescadería. ¡Todo boca, sin oídos!

Y en plena tormenta dialéctica, acudí a mi refugio armado de ideas, mientras como el mío, proseguían los eternos soliloquios.

Me preguntaba al abandonar la cola.
¿Quién da la vez si ya nadie escucha?
No lo comprendo,
Porqué tanto hablar y para qué aguardar un turno.
Porqué a sí mismos les encantará escucharse, si nada nuevo se cuentan. 

lunes, 24 de octubre de 2022

De persona a personaje

Querido Sr. Stanislavski.

En vistas de un dantesco escenario de almas perdidas. 
Creo que en esta obra el elenco no debe abusar del método o el personaje podría engullir a su persona.
Que hay que saber retirarse la máscara a tiempo,
antes de que se pegue a la cara. 

Atentamente, un humilde figurante. 

* Fotografía de Meryl Streep por Annie Leibovitz.

viernes, 21 de octubre de 2022

La vanidad

Si la vida es un cortejo involuntario,
uno debe en ella crecer lo necesario.

Qué importa,
si saca pecho el palomo
o el menos real de los pavos,
despliega sus plumas para deslumbrar.

Qué importa,
Si así la mediocridad no se acepta
Si así su sombra no le alcanza.

Qué importa cuánto abduce
Si a mi la vanidad no me seduce,
Si ese vientre o esas plumas,
Si al fin todo cuanto agranda, se reduce.

lunes, 17 de octubre de 2022

El poder de la palabra

Puedo dar la vuelta al mundo, cruzar esta galaxia sin moverme, sin visados.
Imaginar cuánto describo y describir cuánto imagine.

La tinta es un milagro.
Puedo en ella brotar la carcajada, sanar cualquier herida.
Aunar todos los sentidos.
No hay caricia, gusto, olor, sabor, color que se resista.

Los ojos se me quedan cortos.
Por cada más de mil imágenes,
Aún me queda la palabra.

sábado, 15 de octubre de 2022

Tratado sobre la limpieza

Cualquiera puede acicalarse en unos pocos minutos.
Una buena ducha, un peinado adecuado y un atuendo elegante bastarían para confundir la mirada. 
La otra tarjeta y el trato se transforma.

¿Una nueva persona?

- En absoluto. Con la suciedad sucede como al limpiar un mueble, podemos pasarle un trapo, pero sin abrir los cajones, persiste.

* Fotograma de la banda criminal Peaky Blinders.

lunes, 10 de octubre de 2022

Cuestión de principios

Al fin uno deja de morderse la lengua, morada de tanto apretar. Mientras cada vez más nos acecha el hedor de una muralla de basura mediática apilándose alrededor. 

Hoy la televisión, la radio y las redes, se aplican como gas mostaza, asfixiando a la belleza, propagando sus memeces para anestesiar la conciencia crítica.

El humor, pobre huérfano, la risa está de luto.
Ya no es concebido como un instrumento subversivo con que desenmascarar al poder y sus vergüenzas, sino como un mero cómplice de su frivolidad. De tan negro, murió su dignidad carbonizada. 

En la gran pantalla, el terror y la violencia en auge sirviendo al entretenimiento, como si no nos bastaran en realidad. 

El sensacionalismo alimentando las tragedias, incluso desde la ficción, en un sadismo cobarde y contenido. Su fuente de inspiración, en la oportunidad de desatar los bajos instintos de un modo aparentemente inofensivo. Pues en el subconsciente queda siempre el poso de lo consumido hasta que en última instancia, como sucede en las células, uno se acaba convirtiendo en su alimento. ¡Hay que tener estómago!

El infantilismo que según Chomsky opera como estrategia de manipulación del estado. Presente en cada anuncio, en cada chiste.

El culto al cuerpo. ¡El culto al cuerpo inculto! Los mitos plastificados que esculpen el vacío. Pigmaliones como Narciso enamorado ante su espejo. Nosotros los encumbramos más allá del mérito. 
Las superficies desgastadas, el núcleo intacto, aún por descubrir.

La crítica de "pseudointelectualismo" como escudo a la ignorancia, en una fobia cognitiva que justifica su renuncia al conocimiento.
Aviso a los distribuidores: 
"lo propio espera, expresenlo, expresen𝐒𝐄".
(Aún sigo deseando conocerles).

Percíbelo, cuesta respirar, mientras se enturbia el aire alrededor, tejiéndose con tantas cortinas de humo como para nublar la mente.

Todo se reduce a una elección:
Darle caña al circo romano o como dijo Quintero: "sólo bello y útil."

Que no cuenten conmigo, ya no es por la audiencia, sino por convicción.

domingo, 2 de octubre de 2022

Una actitud inquieta

Para algunos la vida es un ritual, un remanso de paz con mínimas variaciones. 
El sonsonete de un sonajero que hipnótico nos adormece.

Yo no supe conformarme. 

Cambié la seguridad de un puerto por un sinfín de aventuras y desventuras.
Esa plácida certeza por un confuso deseo.

Y al levar el ancla, partí para vivir buscando.
Buscando por los siete mares, algo en que encontrarme.

Desde entonces, por mucho que arrecie,
Ya no dejo que penetre la tormenta.

Si vivir es batallar en un duelo de actitudes, con los caprichos de un azar impredecible.
Si una ínfima porción de fortuna es gobernable al precio de la voluntad,
Prefiero remar rumbo a la ilusión deseando que Eolo sople a mí favor, 
antes que ofrecerme a la corriente y dejar que impasible, arrastre mis despojos resignados.

El silencio entre las notas

Bajo el reino del cálculo,  me reservo el valor de la mirada.  Rendido al rendimiento, acudo a la melodía de vivir,  sin peso,  ...