Cual ciego sin lazarillo, surcando la oscuridad con incertidumbre. Así me siento, preso de tu recuerdo.
A la deriva, en un bote sin remos. Planeando como un ave herida, ¡agonizando en el aire!
Agazapado en un aislado rincón del mundo, donde añoranza y soledad convergen como dos pesados muros bloqueando mi paso. Yo ante ellos, inmóvil, jadeante y exhausto, por haber intentado moverlos
No hay comentarios:
Publicar un comentario