La opulencia es inmoral. Las propiedades subyugan la voluntad, determinan nuestro destino y el de los demás.
El amor de la amistad o la amistad en el amor, mi viaje a Ítaca. ¡Quedan tan lejos los objetos de la materia intangible de mis sueños!
Detesto arrastrar demasiado y me siento bien provisto con lo mínimo. La justa medida que marca un camino tan libre de cargas como de conciencia.
Celebro por todos, la ligereza al desprenderme, como ese globo que comparto en el cielo, mientras los niños sonríen. Pues la austeridad no es tan sólo un estilo, sino un acto de dignidad. Soltar lo ajeno a la necesidad.
*Fotografía de un mural de Banksy.
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