El tiempo fue su mayor sequía.
Con la edad, como un viejo cactus,
mientras se agotaba,
aprendió a administrar su energía.
Cierto, sus púas advertían al odio
Mas él miraba cada gota de aprecio con gratitud,
al desprecio con indiferencia.
y a la indiferencia.
Bueno, él ni siquiera la veía.
* Fotografía de un Cephalocereus Senilis, alias "cabeza de viejo".
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