como un grito ahogado.
Su incomprensión: mi alienación.
Su justicia: el tedio.
Ellos cuidan,
con el mismo cuchillo,
la herida que te abren.
Solo en mi templo
su ley se desvanece.
No entran.
Allí dejan de sangrarme sus certezas.
https://youtu.be/MQrT74N77Eo?si=feTy4IAdYLGyn7eD Piensa en la última vez que compraste algo que no necesitabas. No me refiero ...
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