Estas son algunas de las muchas paradojas del progreso:
La dinamita surgió para explotar las minas hasta que estalló la muerte.
El cannabis prescrito para el cáncer o la anorexia, también induce a la esquizofrenia.
O la copa de Higía, símbolo de farmacia,
cuya serpiente enroscada nos cura o nos mata.
¿Veneno o antídoto?
¿Utensilio o arma?
¿Cuándo dejaremos de culpar a la substancia o herramienta en sí del uso o abuso cometidos?
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