Y con la paja ajena se hizo un nido.
Nunca vi a ningún otro animal cazar sin hambre.
Creó un código tan infame,
que quebraron todas las balanzas.
¡Qué injustas son sus leyes!
Y sin embargo, el hombre sigue siendo,
el único animal que juzga.
Bajo el reino del cálculo, me reservo el valor de la mirada. Rendido al rendimiento, acudo a la melodía de vivir, sin peso, ...
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