- No hubo respuesta.
Se quedaba boquiabierto admirando las aves. El alma alzaba el vuelo surcando los cielos, posando su mirada entre las nubes. Hubiera retratado cada brillo en el plumaje, cada gesto.
Y sin embargo,
centrado en su canto, filtraba las palabras junto al ruido.
Su atención era esquiva, como una lagartija entre las rocas.
Jamás supo prestarla lo suficiente, hasta que lo captaba.
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