Se derramó, escapó de los moldes dispuestos.
Mejor que encajar, que encajarse, fue encajar la discrepancia.
Fluir es la virtud del desencaje.
Nuestro mayor miedo no es que no encajemos, nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada, es nuestra luz y no nuestra oscurida...
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