miércoles, 10 de agosto de 2022

Las estaciones

Cuatro eran los disfraces con que el árbol se vestía de gala: desde el blanco manto de nieve al rebrote, desde el espeso follaje a la rama desnuda de ocre.

Ya no requería aguardar a la belleza, pues había aprendido a admirar todas sus formas y a desear cada estación, por algún motivo distinto.

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