el prestigio es un péndulo.
Hoy estamos arriba y mañana abajo.
Yo soy un interrogante que se exclama.
pero no ando preguntándole al mundo quien soy.
Si soy o no suficiente.
Esa es tarea de uno.
El elogio es un arma de seducción,
a saber cuánto desprecio augura.
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