Qué triste tener que dar rodeos por la vanidad de la ignorancia.
La humildad es un atajo entre las mentes.
El ser humano, un diamante en bruto.
Tan duro es admitir que somos una obra inacabada, que debemos pulirnos, que nunca fuimos, somos o seremos "perfectos"
Pero quizás, entre todos, aún podamos mejorarnos.
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