A diario, mis ansiosas piernas compiten para llevarme más allá de mí, siendo la implacable brevedad del tiempo, mi mayor adversario.
De nada me sirven, quienes inseguros acuden a medirse conmigo, ya que tan sólo me comparo con el recuerdo de lo que aspiraba ser.
Imagen que intento desempañar, como un espejo sucio de banalidades, para que me devuelva un fiel reflejo, de lo que represento.
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